junio 02, 2008

Crítica!

La comunidad aborigen sigue sufriendo desde hace ya más de quinientos años con la llegada del conquistador español, atravesando la consolidación del Estado Argentino en 1880 cuando el ejército y la monarquía latifundista instrumentaron enormes matanzas y consumaron violentos atropellos coartados ideológicamente con el racismo, como forma de naturalizar el orden y como herramienta esencial de un poder que necesitaba arrebatar y conquistar los territorios indígenas para cristalizar el ansiado proyecto nacional latifundista y agro-exportador, fuertemente subordinado a los intereses comerciales de Inglaterra. El racismo y la discriminación actualmente imperantes son consecuencia de la absorción social de este imaginario impuesto por los sectores dominantes a través de la educación, las políticas públicas y los medios de comunicación a lo largo de las décadas siguientes. Como resultado de lo anterior, la sociedad argentina del presente se ve a sí misma como una nación conformada principalmente por inmigrantes europeos y desconoce la compleja raigambre étnica que conforma a su población. Nuestra sociedad cree que los indios sólo están en los museos y que no existen en la realidad.

Tras el proceso de conquista, el pueblo toba fue despojado de sus tierras ancestrales y se vio forzado a adoptar un estilo de vida que le era lejano, con el trastocamiento de sus costumbres, tradiciones y organización social.

“Se hacen las víctimas”. Muchos criollos e inmigrantes gringos que habitan las poblaciones, lejos de intentar encontrar una vía de integración y convivencia multicultural, alimentan el rechazo a los indígenas mediante comentarios ofensivos y racistas que evidencian la cultura de desconocimiento existente hacia todo lo concerniente al mundo aborigen. Son continuos los comentarios que subestiman a los indígenas, comentarios que niegan la complejidad de la situación y silencian los aspectos de las problemáticas existentes.

Pero no todo es agonía, el pueblo qom no se resigna a ser víctima pasiva de la realidad que sufre. En un contexto por completo adverso, los tobas no han perdido la capacidad de resistencia y siguen apostando al rescate de sus saberes, a la recuperación de su memoria histórica y al desarrollo de las prácticas comunitarias venidas de la misma raíz de su pueblo.

Muchos logros políticos han demostrado importantes avances en la participación toba en los procesos históricos y sociales. Entre ellos cuentan:

  • La reforma constituyente nacional y la reforma constituyente provincial que incluyeron en sus contenidos reivindicaciones esenciales de los pueblos indígenas del actual territorio argentino.
  • El acceso de Orlando Charole y Egidio Díaz a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente del IDACH (Instituto Del Aborigen Chaqueño).
  • El acceso de Inocencia Charole a una banca de diputados, convirtiéndose en la primer mujer toba que accede a este cargo en la historia argentina.
  • Adjudicación de las 150.000 hectáreas en la zona del interfluvio.

Asumir que no somos un país conformado únicamente por blanco y descendientes de inmigrantes europeos, implicaría aprender a mirarnos a nosotros mismo y a reconocernos como una sociedad más compleja y diversa, y permitiría además comprender la gesta de nuestra nación, así como sus tensiones, sus crisis y conflictos.

En definitiva, entender la cuestión indígena existente en la actualidad, comprender sus reivindicaciones, sus conocimientos y saberes, sus propuestas y reflexiones, sus reclamos y utopías, es imprescindible para alcanzar una visión integradora de la cuestión nacional, que permita experimentar políticas sociales capaces de construir una sociedad que nos incluya a todos.

1 comentario:

Alec Chattah dijo...

me alegro que te haya gustado pues...