febrero 10, 2011

How do i feel?

La otra noche, me abrazaban cientos de emociones, me apretujaban hasta los huesos sin poder diferenciar entre placer y la incomodidad, el mundo daba vueltas sin razón y sin dirección, el destino era completamente incierto y no sabía que hacer.
La casa resultaba chica, podía ir del comedor a la cocina, de la cocina al cuarto, del cuarto al balcón y así una seguidilla de recovecos poco satisfactorios.
Me metí al baño, encendí la ducha, esperé a que entibie, intenté ajustarla con la máxima precisión, que no me queme, que no me de un shock adrenalínico por el frío tampoco.
Me metí sin saber realmente por qué, me puse justo debajo de la ducha, fui aclimatándome en función de la temperatura del agua, con la cabeza gacha y mis manos haciendo una presión contra las paredes de la esquina, los brazos levantados a la altura de los hombros formando un arco en la espalda, mostrándole un camino al agua.
La ducha dejaba caer todo en la nuca, mi cuerpo podía sentir al mismo tiempo cada gota, en cada segundo, en cada recorrido. Fui subiendo la temperatura del agua, cada vez más y más caliente, el agua quemaba, y yo seguía con la cabeza gacha, probando mi resistencia, intentando sentirme vivo.
Mi mente dispersa, ya no estaba tan dispersa, sólo podía centrarse en las gotas calientes que tenía que soportar. Sin embargo, toda sensación emocional se había apagado y volvía al dolor físico en algo trivial, y en tal estado era conciente de mi comodidad, un alivio total.
Ya era tarde, las dos de la madrugada en un día laboral. Quería poder dormir, necesitaba dormir, lo había intentado previamente a la ducha, esperaba que aquél estado se viera prolongado hasta la cama y dejarme vencer. Como si el jabón hubiese limpiado tanto la conciencia como el cuerpo. Pretendía no volver a conectar con ese interior turbio y oscuro que carcomía mi sueño y alma.
Me envolví en las sábanas, arrinconado en la esquina llevando una posición fetal, padeciendo algún tipo de dolor psicológico-emocional, sin lágrimas para derramar, simplemente en un coma emocional.

3 comentarios:

Unknown dijo...

lindo! como te entiendo, y esos son los momentos que tenes que acordarte que tenes amigos que te quieren, auqnue siempre tengas nuevos amigos que no se ni quienes son y quizas nunca te los escuche nombrar y bueno eso, senti amor, existe. a mi me pasa eso que escribiste a veces, dicen, todo pasa , todo llega. te quiero, aparece

Unknown dijo...

parentesis, alguna vez te diste cuenta que escribis muy bien que sabes poner las cosas en palabras? es un don, quizas ahi esta tu camino

fijate si podes enocntrar el mio , yo vi el tuyo o un poquito

Alec Chattah dijo...

Qué lindo que me leas siempre :)

Yo siempre paso y te leo, me gusta leerte y conocer más de vos Vic.

Sí, antes creía con más seguridad en mi capacidad de escribir, a veces me gusta lo que escribo, pero son tantas las veces que pienso lo contrario que se me hace difícil verlo como un don.
Me esfuerzo mucho en expresar esas cosas que son tan difíciles de expresar, pienso que si no se puede expresar un sentimiento se puede expresar un contexto, y la empatía misma hace el resto.

Si la escritura fuera mi tarea en éste mundo, en ésta vida, no sería mi escape emocional, la escotilla de emergencia de mi mundo personal.